"Una escafandra inundada
es una escafandra inoperante"
Ese era el lema de la escuela de buzos al que nosotros ibamos, pero nos aburria un poco y la verdad es que tampoco estabamos del todo convencidos de que fuera cierto. Para mi era incomprobable, y Fuentes fue justamente la que propuso experimentar. "armemos un dispositivo" dijo, "inundemosla!".
Claro que, como es Fuentes, no la iba a inundar de agua solamente. Nos pusimos la escafandra, le conectamos el tubo de aire y por el otro conector Fuentes le enchufo un firewire, un profiterol, y un par de latas de mermelada de tomate. En ese momento yo empece a protestar, pero fue en vano, ella ya habia abierto la canilla y me miraba con su sonrisa de travesura en tramite. Y en tanto, la escafandra empezaba a inundarse.
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